El Salvavidas de plomo

Todos sabemos que los kilos de más son perjudiciales para la salud. Pero en estos últimos años se ha definido un nuevo concepto, muy importante, del que no se había hablado antes: el de la grasa visceral.
La grasa visceral es la que se deposita en el abdomen, alrededor de los órganos.
Esta acumulación de tejido adiposo provoca una serie de trastornos que van más allá de un simple problema estético y que según expertos, el exceso de grasa abdominal es el origen del llamado síndrome metabólico. Ya que en muchos casos, primero se padece obesidad (se es “gordo”), posteriormente se altera el colesterol (sube el malo y baja el bueno), aumentan los triglicéridos, hay predisposición a la diabetes, sube la tensión arterial y se ponen en marcha fenómenos que incrementan la coagulación y producen inflamación de los vasos sanguíneos.
Pero, además, si se tiene en cuenta que la obesidad en sí está relacionada como hemos indicado con otros problemas, como la insuficiencia cardíaca, el accidente cerebrovascular o incluso la muerte súbita, el problema es aún más grave y mayor.
Históricamente, los médicos investigaron la relación entre el perímetro de la cintura y las enfermedades cardiovasculares. Los llamados “perfil de manzana y pera” fueron los elegidos para graficar en hombres y mujeres respectivamente la forma que adopta el cuerpo humano, tras el incremento de adiposidad abdominal.
En la actualidad, el foco de atención es la llamada obesidad visceral, que -se sabe- es perniciosa para la salud y que constituye un poderoso indicador de riesgo cardiovascular. Lo que en lenguaje popular se denomina “salvavidas”,"flotadores" o "rollos" requiere tomar medidas urgentes.

La medida del perímetro de la cintura no debería exceder, en el caso de las mujeres, los 88 centímetros, y para los hombres los 102 centímetros.
Diversos estudios médicos indican que la reducción, por ejemplo, de 8,5 centímetros en la cintura significa una pérdida de grasa visceral que va de 20% a 40%.Se comprobó que mujeres de 50 a 74 años eliminaron el 6% de la grasa abdominal caminando cinco veces por semana en un plazo de un año.
También se puede medir la corpulencia calculando el Índice de Masa Corporal, el cual no debe superar los 25.
Y así mismo estimar el porcentaje de grasa visceral a través de métodos indirectos, uno de ellos es por impedanciometria (resistencia eléctrica), que en forma sencilla, indolora y rápida obtiene dicho valor.
La obtención de parámetros de índice de masa corporal y porcentaje de grasa visceral; determinan un gran paso en la detección y cuantificación de factores que ponen en riesgo la salud; para comenzar su control y tratamiento.
Si bien no existen fármacos ni alimentos específicos que eviten la acumulación de grasa visceral; una dieta equilibrada (con fibras, frutas, verduras y menos grasas saturadas de origen animal) acompañada de una correcta rutina de actividad física, ayuda a perder peso y masa grasa.
Y por supuesto, siempre todas las personas portadoras de alguna enfermedad deberían concurrir regularmente (según la frecuencia que se les indique) a control. En el caso aquellas que se encuentran saludables el control médico anual o semestral (según edad), es lo más conveniente.

Dr. José Luis Cohn
MN 54924