Angina de pecho

El dolor de pecho: ¿amigo o enemigo?
Si… quien avisa no traiciona, indudablemente un síntoma que nos está previniniendo de que podemos estar expuestos a una situación difícil y/o trágica, es algo que debemos conocer para prestarle la adecuada atención.

Es el propósito de esta nota el describir las características típicas de la angina de pecho, no para temerla sino para respetarla.

Los síntomas de angina son provocados por los efectos de la arteriosclerosis coronaria, o sea la acumulación de lípidos que generan una obstrucción en las arterias que van hacia el corazón. La deficiencia en el flujo de sangre por una arteria se conoce como isquemia y su expresión en síntoma es la angina de pecho (o angor). Causas menos frecuentes de angina incluyen la enfermedad de las válvulas del corazón, enfermedades del músculo cardiaco, o la presión arterial no controlada. La angina se caracteriza por una sensación de dolor, malestar, presión o constricción incómoda en el centro del pecho (algunos la han llegado a describir como “el peso de una pata de elefante”). Estos síntomas generalmente duran unos pocos minutos. Esta sensación puede también extenderse a los brazos, espalda, cuello, mandíbula o región superior del abdomen.

El cuadro de angina se presenta cuando el suministro de oxígeno y/o sangre al corazón es insuficiente.
Estos síntomas son temporales, y pueden ser desencadenados por varios factores, por ejemplo:
• la realización de actividades que requieren de un esfuerzo físico, como subir escaleras o correr.
• situaciones de alto estrés emocional.
• exposición a temperaturas muy cálidas o frías.

En estas situaciones, la frecuencia cardíaca y presión arterial aumentan, lo que demanda al corazón de un mayor suministro de sangre y oxígeno, dado que las arterias coronarias de quien padece de insuficiencia coronaria no pueden satisfacer completamente el incremento de la demanda por parte del corazón y aparece la alarma, “el dolor”.

Los síntomas de la angina son muy similares a los de un infarto de miocardio, pero hay distinciones muy importantes entre las dos condiciones. Los síntomas de la angina se presentan brevemente y durante la situación que lo desencadena y se deben a una disminución parcial en el flujo de sangre al corazón; durante un ataque al corazón, el flujo de sangre a un sector del corazón se cesa por completo, los síntomas son más intensos y prolongados (mayor a quince minutos).

Estas manifestaciones relatadas son las típicas de la insuficiencia coronaria, pero también pueden aparecer cuadros atípicos, como ardores, molestias inespecíficas entre “el cuello y el ombligo” casi siempre relacionadas con el esfuerzo. Es por ello que cuando un dolor o molestia en el tórax, aparece con el esfuerzo o bien es prolongado (más de quince minutos) debe consultarse a la brevedad al médico para su adecuado diagnostico y tratamiento.

Dr. José Luis Cohn
MN 54924