Sea positivo/a en situaciones conflictivas con la comida.
Por ejemplo, si siempre que va de visita a la casa de una amiga y come torta y masitas "para no ofender", propóngase responder con firmeza, simpatía y mirando a los ojos de la persona que se lo ofrece: "Te agradezco, sé que la preparaste con todo tu cariño...en este momento lo mejor para mí es cuidar mi alimentación porque necesito adelgazar.
Observe cómo comen otras personas.
Observar tanto a personas con sobrepeso como a delgados le permitirá encontrar muchos puntos en común -y otros diferentes- respecto a su forma de comer. Suele ser más sencillo detectar conductas inapropiadas en los otros que en uno mismo.
Coloque en la heladera una foto o frase que le recuerde su intención de cuidarse.
Planifique sus comidas.
Comer "lo que hay en la heladera" casi siempre es comer lo que engorda. Registre por escrito lo que va a comer y asúmalo como un compromiso serio. Puede hacerlo por la mañana antes de cada comida, o posteriormente.
Escriba lo que evitó comer durante el día.
Haga una lista de las "picadas" que logró evitar y felicítese por ello.